Santiago Ventura
La realidad es que trasladarse de un punto a otro de nuestra ciudad capital es como atravesar un campo de batalla. El desorden que impera en nuestras calles es digno de una película de terror, tanto así que algunos amigos que viven en el exterior rehúsan conducir en nuestras avenidas por lo desconcertante y traumático que les resulta dicha experiencia.
He escuchado decir que si queremos saber como anda un país solo hay que ver que tal anda el transito. Si esa aseveración resultase cierta nuestro caso es de suma gravedad.
Hay quienes dicen que simplemente es la cultura del dominicano, y quizás tengan razón, pero muy poca. Esta situación no siempre ha imperado en nuestro pueblo.
Es lamentable que hoy, para hablar de orden haya que hacer referencia a la funesta dictadura del sátrapa Rafael Leonidas Trujillo Molina. Después de su ajusticiamiento el 30 de mayo de 1961 se considero que debíamos de eliminar de la faz del universo todo lo que significo o hiciera referencia a la dictadura, por lo que nos dedicamos a realizar las cosas de manera contraria a como se realizaban bajo el régimen.
Los gobernantes que le sucedieron, excepto Bosch, consideraron en principio que la población que había anhelado salir de la represión, asociaría la imposición del orden y el cumplimento de las leyes a la tiranía, y optaron por dejarnos hacer. Luego vieron que esto unido al hecho de mantener a la mayoría de la población en niveles bajos de educación les era beneficioso, por aquello de quien no cumple con la ley no tiene derecho a exigir su cumplimiento y como si todo eso fuera poco, somos votantes a los cuales no se nos puede poner bravitos.
No es cuestión de cultura sino que nos han enseñado que el incumplimiento de lo establecido no se traduce en sanción alguna. Si te detienes ante la luz roja de un semáforo eres considerado un pend…
La Autoridad Metropolitana del Transporte pareciera que tiene como finalidad principal realizar operativos para la recaudación de fondos ya que ocasiones ven cometer infracciones y bien gracias, hoy no estamos en eso.
Aquí en mi querida Quisqueya las reglas siempre se acomodan al infractor hasta el punto que he visto tomar tres y en ocasiones cuatro carriles para doblar a la izquierda de los 6 que tiene la 27 de febrero. No me asombraría que un día de estos amanezcan marcados con solo doblar. Lo ultimo que ví unos meses atrás fue a un carro subirse por la acera del Centro Olímpico, para salir adelante en un congestionamiento.
Llama mucho la atención la similitud con la situación imperante en la administración pública. Lo peor de todo es que no se avista en el horizonte solución alguna para ninguno, léase bien, ninguno de los grandes problemas que agobian a la sociedad dominicana. ¿Hasta cuando señores...? ¿hasta cuando ?

